De izq a dcha: Clint Jean Louis, Kiko Betelu, Diego Reyero, Gerardo Irisarri, Luis Elizalde y Javier Fernández.

La reanimación cardiovascular sigue siendo imprescindible para salvar vidas a pesar del riesgo de contagio de covid-19

Ocho o diez minutos. Es el tiempo máximo de margen de reacción ante una parada cardiorespiratoria para que un paciente no sufra daños neuronales. Para ello, hace falta realizar una reanimación cardiopulmonar con unos pasos simples a seguir; ver, oír y sentir. Pero conllevan tener contacto con una persona, algo que genera miedo en los tiempos de la covid. Ante ello, una idea clara, realizar esta maniobra permite salvar vidas y según subrayó ayer el subdirector de la sección de Emergencias del Gobierno de Navarra, Kiko Betelu, la reanimación cardiopulmonar debe realizarse «exactamente igual» que en los tiempos previos a la pandemia e insistió en que una parada cardíaca, un infarto de miocardio o un accidente cardiovascular son situaciones «más graves que una covid».

A pesar de ser una maniobra que conlleve contacto físico, existen una serie de pautas o indicaciones a seguir para protegerse ante el coronavirus. Según explicó el director de la sección de Emergencias del Ejecutivo foral, Diego Reyero, a raíz de la pandemia, la maniobra se limitaría a observar o ver si la persona respira. En el caso de tener miedo a un posible contagio, Reyero aclaró que se puede colocar una mascarilla al paciente o «cubrir con una camiseta o algún tejido las vías respiratorias». Además, incidió en que si se trata de un menor de tu entorno, se puede realizar la maniobra sin mascarilla, también si el realizador es una persona joven sin patologías. Lo importante, es mantener «un mínimo de flujo de sangre que llega al cerebro» para generar el menor daño neuronal posible hasta que se pueda hacer un uso de un desfibrilador para completar la reanimación.

De hecho, en un año Navarra registra entre 160-170 paradas cardíacas, entre 500-600 infartos de miocardio y entre 800-900 accidentes cerebrovasculares o ictus. Además, la supervivencia con buen estado neurológico a este tipo de incidentes se situó en el 16,36% el año pasado en Navarra. Es por ello, que la asociación El ABC que Salva Vidas, en colaboración con el Gobierno de Navarra, continúa formando a la ciudadanía en el uso de desfibriladores y en reanimación cardiopulmonar. Un año más, ambas entidades, con motivo del Día Mundial de la Parada Cardiaca, lanzan el mensaje de la importancia de actuar rápidamente ante estos casos a pesar de la pandemia de la covid-19.

la formación no para Tras unos meses en pausa por la situación de la pandemia, finalmente han decidido retomar las formaciones. En estos momentos, el Gobierno de Navarra cuenta con un plan de formación e implantación de desfibriladores en 43 municipios navarros que se encuentran a mucha distancia de los recursos móviles de Osasunbidea. Por otro lado, el Ejecutivo foral han nombrado una persona coordinadora dentro del servicio de Emergencias para coordinar las patologías tiempodependientes. También está previsto formar al personal sanitario y existe una partida en colaboración con el Departamento de Educación para la adquisición de muñecos para realizar la formación en centros educativos.